NUEVA ESTRATEGIA. El Gobierno y las Fuerzas Armadas se han propuesto
emprender una operación simultánea con gran despliegue de tropas en
distintas regiones del país para impedir que terroristas se dirijan
hacia la provincia de Masisea, en Ucayali, donde se ha registrado
presencia senderista.
Escribe:Ángel Páez
La ofensiva que las fuerzas de seguridad han diseñado para
destruir a la organización de los hermanos Quispe Palomino será de un
alcance sin precedentes. “Habrá un despliegue aéreo que por lo menos
abarcará cinco regiones. La guerra contra los terroristas del valle de
los ríos Apurímac, Ene y Mantaro ingresará en una fase de la que no
habrá retorno”, dijeron fuentes militares relacionadas con las
operaciones en el Vraem.
“A diferencia de otras épocas, esta vez
se cuenta con una flota de helicópteros que nos permitirá ejecutar
acciones en áreas geográficas inaccesibles, con condiciones
climatológicas adversas e incluso en altas horas de la noche. Nunca
antes habíamos tenido la posibilidad de trasladar personal militar con
tanta rapidez y oportunidad, dos factores imprescindibles para asegurar
el factor sorpresa”, añadieron las fuentes.
Los hermanos Quispe
Palomino se hicieron notar cuando el 2 de octubre de 1999 derribaron un
helicóptero Mi-17 del Ejército en la zona de Anapati, Satipo, en la
región Junín.
Fue el colofón de una frustrada operación con la que
el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), que controlaba Vladimiro
Montesinos, entonces asesor personal de Alberto Fujimori, pretendía la
rendición de los terroristas del Vraem obsequiándoles medicinas,
juguetes, alimentos y vestimenta, y convidándoles arroz con pollo y
cerveza helada.
Los terroristas mataron a
cinco efectivos del Ejército, se apoderaron de una docena de fusiles
Galil y de una potente ametralladora PKM, que luego usarían para
destruir más helicópteros en el Vraem.
Después de 17 años de ese
episodio que contribuyó al empoderamiento de la organización de los
Quispe Palomino, el ministro de Defensa, Mariano Gonzales, anunció que
el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski había resuelto terminar con los
senderistas del Vraem que en casi dos décadas se han sostenido con los
ingresos del narcotráfico.
CAMBIO DE MANDO
Si
bien durante el régimen de Ollanta Humala una estrategia basada en la
inteligencia operativa y en incursiones quirúrgicas contribuyó a que el
12 de agosto del 2013 fueran eliminados dos de los más importantes jefes
militares de la organización criminal –los camaradas “Alipio” y
“Gabriel”–, el Ejecutivo considera que Sendero Luminoso del Vraem
representa una amenaza que debe ser sofocada. Con mayor razón si se
tienen en cuenta recientes reportes que indican que los Quispe Palomino
han comenzado a desplazarse hacia la provincia selvática de Masisea, en
la región Ucayali, un área de fuerte presencia del narcotráfico.
“Después
de la muerte de ‘Alipio’ y ‘Gabriel’, que fueron significativas para la
organización criminal de los Quispe Palomino, los terroristas han
cambiado de estrategia para continuar con sus actividades ilícitas.
Parte de esa nueva táctica consiste en la dispersión de sus hombres
armados. Ahora cuentan con campamentos móviles que les permiten
desplazarse con rapidez y evitar la persecución de las fuerzas armadas.
¿Cómo sorprenderlos? Con operaciones con respaldo aéreo. Hoy contamos
con los medios para hacerlo”, indicaron fuentes del Ministerio de
Defensa.
Como parte de los planes militares, el Gobierno hizo dos
importantes designaciones: nombró como comandante general del Comando
Especial del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (CEVRAEM) al
general de división Manuel Gómez de la Torre Araníbar, y como jefe del
Comando de Inteligencia y Operaciones Especiales Conjuntas (CIOEC), del
Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA), al recientemente
ascendido vicealmirante Francisco Calisto Giampietri.
“Se combinan
la experiencia, capacidad y resolución del general Gómez de la Torre
con los amplios conocimientos y eficiencia del vicealmirante Calisto,
quien fuera jefe de las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOES) de la
Marina. En estas designaciones, además, hay un elemento que influyó
mucho: la confianza”, dijeron por su lado fuentes del CCFFAA.
En
las primeras semanas del gobierno de Kuczynski, circularon versiones
sobre la supuesta situación deplorable de la mayor parte de la flota de
24 helicópteros de combate y transporte Mi-171Sh-P, que el mandato de
Humala adquirió mediante una operación de gobierno a gobierno con la
Federación Rusa, en el 2013. Las informaciones preocuparon al ministro
de Defensa, quien solicitó reportes actualizados sobre la situación de
las aeronaves, puesto que las fuerzas armadas se alistan para una
ofensiva sin precedentes en el Vraem.
RUGEN LOS MOTORES
Según
los informes de la Aviación del Ejército a los que tuvo acceso La
República –que identifican la situación de cada uno de los
helicópteros–, solo una máquina manifestó un incidente en un motor
debido a un error del piloto que no activó en su momento el protector de
polvo y partículas. Aparte de este episodio, la flota está en plena
capacidad operativa.
De hecho, en setiembre último los
helicópteros Mi-171Sh-P cumplieron las 5 mil 700 horas de vuelo, desde
que entraron en servicio en el último trimestre del 2014.
Los
reportes que este diario pudo revisar no indican problemas de fábrica,
estructura o de otro tipo. De las 24 unidades, solamente una registra un
impacto de bala que recibió durante un desplazamiento en el Vraem.
El
gobierno de Humala, en la misma línea que el segundo régimen de Alan
García, comprendió que los helicópteros rusos eran los adecuados para
las operaciones en el Vraem. García adquirió ocho aeronaves Mi-17 y dos
Mi-35.
Las máquinas Mi-171Sh-P que llegaron en el 2014 son más
modernas y cuentan con especificaciones técnicas exigidas por el
Ejército peruano.
“Están en condiciones de volar hasta los 4 mil
800 metros de altitud con 36 efectivos militares a bordo, tienen un
alcance de 580 kilómetros y su velocidad crucero es de hasta 215
kilómetros por hora”, según fuentes de Aviación del Ejército.
Pero
también es destacable que en la primera mitad de este año se completó
el proceso de acondicionamiento del moderno armamento, que será
determinante en la ofensiva que planea el Gobierno.
“Cuenta con
paquetes de cañones UPK-23-250, ametralladoras PKM, cohetes S-8KOM y, lo
más destacable probablemente para el nuevo contexto de los combates,
visores nocturnos. La mayor parte de la flota está operativa, mientras
que unas pocas unidades están en tierra en cumplimiento de las
inspecciones de rutina”, informaron fuentes de Aviación del Ejército.
“Hasta
setiembre se completaron casi 6 mil horas de vuelo y se ha transportado
a más de 52 mil personas, lo que dice mucho de la capacidad de las
aeronaves y de lo que aportarán en la próxima ofensiva en el Vraem”,
añadieron las fuentes militares.❧
Excelente noticia que clarifica la situación y posesión del poder de nuestro Ejército y la perfecta experiencia de la Aviación del Ejército.
ResponderEliminarExcelente noticia que clarifica la situación y posesión del poder de nuestro Ejército y la perfecta experiencia de la Aviación del Ejército.
ResponderEliminarAsí es mi estimado Oswaldo y todo que sea por recuperar la paz total en nuestro país. La Aviación del Ejército cumple un rol preponderante en esta tarea.
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