miércoles, 4 de junio de 2014

5 de junio: Día de las respuesta de Bolognesi y el plan secreto que nunca funcionó en la Batalla de Arica

A las 7 de la mañana el mayor chileno Juan de la Cruz Salvo llegó a la casa que habitaba Francisco Bolognesi al pie del Morro en Arica y que hoy es consulado peruano en Arica. Fue recibido por el coronel con quien conversó por breves momentos. El emisario chileno expresó que el jefe del Ejército Chileno quería evitar un inútil derramamiento de sangre, ya que el grueso del ejército aliado había sido vencido en Tacna, Salvo dijo que tenía el encargo de pedir la rendición de la plaza “cuyos recuersos en hombres, víveres y municiones conocemos”.
La respuesta de Bolognesi fue:
“Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho”.
 
 

 

El 5 de junio de 1880, ocurrieron 2 hechos históricos previos a la Batalla de Arica. El primero fue el famoso telegrama enviado al inefable Coronel Segundo Leiva por parte del Coronel Francisco Bolognesi en el que decía “Apúrate Leiva” , pidiendo ayuda de las tropas que habían salido de Arequipa para apoyarlos y que nunca llegaron. El segundo hecho fue la propuesta de rendición hecha por los chilenos.
A las 7 de la mañana el mayor chileno Juan de la Cruz Salvo llegó a la casa que habitaba Francisco Bolognesi al pie del Morro en Arica y que hoy es consulado peruano en Arica. Fue recibido por el coronel con quien conversó por breves momentos. El emisario chileno expresó que el jefe del Ejército Chileno quería evitar un inútil derramamiento de sangre, ya que el grueso del ejército aliado había sido vencido en Tacna, Salvo dijo que tenía el encargo de pedir la rendición de la plaza “cuyos recuersos en hombres, víveres y municiones conocemos”.
La respuesta de Bolognesi fue: “Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho”. Cuando Salvo hizo ademán de retirarse para dar por terminada su misión, Bolognesi le advirtió que había dado un punto de vista personal y que debía consultar con sus jefes, por lo cual enviaría su respuesta a las 2 de la tarde. Salvo no aceptó esta demora. Bolognesi le anunció que haría la consulta de inmediato y en presencia del jefe chileno. La respuesta fue “Quemaremos el último cartucho
Alfonso Ugarte ofreció un banquete a Bolognesi y demás jefes de la guarnición, el historiador Gerardo Vargas califica esta reunión como “El juramento de los héroes”.
El misterio de las minas de Arica
El alférez Francisco Gavíria Gómez relató: Con la dinamita se colocó gran cantidad de minas, de algún poder bien determinado, en los distintos puntos donde era presumible que entrase el enemigo y, en algunos sitios, formando una triple defensa. También se pusieron en el Morro, en Cerro Gordo y aun dentro de la población. Todas con sus alambres subterráneos hasta una oficina colocada junto al cuartel del Morro; de manera que de ahí era fácil manejarlas o, mejor dicho, hacerlas estallar a voluntad por medio del aparato eléctrico correspondiente.Estas obras de defensa constituían el principal media por el cual creíamos que Arica sería inexpugnable; que antes que fuese tomada por la abrumadora fuerza enemiga, volaríamos junto con ella. Vana ilusión, Sí; cuando llegó el momento, el día 7 de junioa, de estar ya arrollados por el enemigo y volar juntos ¡nada! El encargado a la voz del comandante More de “Fuego a santabárbara” tocó los botones y nada…habían sido cortados los alambres!
Bolognesi al percatarse de que no estallaron las minas exclamó colérico: “Estamos perdidos”
Hay 2 hipótesis: una que los alambres habían sido colocados a flor de tierra y el enemigo s percató, otra que Teodoro Elmore (ingeniero peruano capturado cuando pretendía colocar minas cerca al morro) dió el dato a los chilenos. La primera de las versiones es más verídica, ya que Elmore no contaba con información sobre la ubicación de todas las minas (lo hicieron 4 personas).

No hay comentarios:

Publicar un comentario