TROFEOS DE GUERRA... O
TESTIMONIOS DE BARBARIE
Por Lic. Jaime Reyes León
Días atrás intrépidos representantes de la prensa nacional lograron con acuciosidad y no poca vehemencia realizar un exitoso reportaje al “encontrarse” con las huestes terroristas en el VRAE.
Se exhibieron algunas prendas militares arrebatadas después de ser asesinados nuestros héroes de la pacificación, aquellos que lucharon precisamente para lograr la prevalencia de esa plena libertad de prensa que permiten hoy propalar esas notas periodísticas, en una libertad de expresión que con justa razón o con razones no tan justas utilizamos.
“Este es el casco de un combatiente abatido…esa es una gorra de la FAP, esas manchas de sangre en el camuflado son de algún soldado…y esas botas desgastadas….y los casquillos de balas parecen de ametralladora…pero observen las perforaciones en el helicóptero en que murió la Capitán…narraban frenéticos los reporteros…
Y la verdad, sin asomo de reproche surgió la pregunta ¿cómo se sentirían esos periodistas…si los fallecidos fueran sus familiares…? si tuvieran la desgracia de que un hijo o hermano suyo fuera el propietario de ese gorro, ese casco, o simplemente hubiera estado ahí combatiendo por el exiguo sueldo que reciben nuestros soldados.
Esos mismos medios de comunicación cubrieron la información de la joven viuda del Sub Oficial, que no obstante su dolor…abordó la insensibilidad de la pregunta… ¿y cómo se siente señora…? sacando fuerzas de su terrible drama la dolida dama no pidió venganza, solo que se aplique la justicia para los desalmados que asesinaron a su esposo, dejando huérfano al hijo de meses de nacido.
Complementaban el reporte los primeros planos de un rostro cubierto de lágrimas, con el rictus de la desesperanza más grande en una mujer joven. Y aquí la interrogante: y ¿cómo ayudaran los medios de comunicación para que se cumpla su pedido…? podrán identificar a los autores… se constituirán en defensores de oficio…indagaran por la celeridad del proceso, o solo aprovecharan su imagen de dolor para generar más tiraje y sintonía.
Pero volviendo al escenario del VRAE y lo descrito por los medios sobre restos de uniformes y pertenencias de los combatientes de las fuerzas del orden, los trofeos de guerra son exhibidos por el vencedor como demostración de victoria sobre sus adversarios, en este caso, señores reporteros, a quienes suponemos ganadores victoriosos y a quienes perdedores abatidos…
Considero que estamos razonando con la misma incoherencia que las barras bravas, con una pequeña pero notable diferencia: que el nivel cultural de aquellos lumpenes barristas, no es ni remotamente comparable con los profesionales de la prensa…quizás en los primeros juega el irracional factor de la emotividad descontrolada… en los medios no me atrevo a pensar que el único y valedero incentivo sea el de ganar la primicia y en el alevoso cálculo premeditado del todo vale para ganar lectoría y rating, por decir lo menos.
Suponemos que la prensa tiene un rol fundamental en la cultura, la educación, la información y la formación de valores humanos en nuestro pueblo. Por ello sería muy propicio recordar que dos décadas atrás la Asociación Nacional de Radio y Televisión por iniciativa propia estableció el denominado “acuerdo del minuto”, por el cual ningún medio de comunicación debía dar más de un minuto de cobertura a una noticia de terrorismo y evitar primeras planas para los actos terroristas.
Como siempre y con total respeto por el pueblo peruano y sus instituciones representativas, una pregunta final:… ¿no será tiempo de tomar estos ejemplos en honor a la irrestricta libertad de prensa que ganamos desde esos años, con acuerdos libres y democráticos dados por una institución autónoma y representativa como la Asociación Nacional de Radio y Televisión del Perú?
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