lunes, 20 de enero de 2014

Lo que Ud. debe saber del diferendo marítimo Perú - Chile

 
 
 
 

 
 
 
La historia de cómo el diferendo marítimo llegó a la Corte de La Haya
El canciller Óscar Maúrtua y el presidente Toledo en Torre Tagle. Foto: Archivo La República
El canciller Óscar Maúrtua y el presidente Toledo en Torre Tagle. Foto: Archivo La República

Con la presentación de la nota diplomática del 2004, se hizo necesario fortalecer la posición peruana para una eventual demanda ante La Haya. En noviembre del 2005, el presidente Toledo promulgó la Ley de Líneas de Base. A continuación, la cuarta parte del especial preparado por LaRepublica.pe.
También puedes revisar nuestra infografía interactiva de la línea de tiempo del proceso.
 
LAS MOVIDAS EN TORRE TAGLE
 
Tras el comunicado conjunto con Walker sobre las cuerdas separadas, el canciller Manuel Rodríguez Cuadros continuó trabajando en el fortalecimiento de una eventual demanda peruana en el plano jurídico internacional, consciente que no bastaba con la nota diplomática enviada en julio del 2004.
En los primeros días de agosto de ese año, Rodríguez Cuadros anuncia su salida del ministerio por motivos personales y, a su vez, para convertirse en el represente permanente del Perú ante las Naciones Unidas con sede en Ginebra.
De una terna integrada por Harold Forsyth, Alberto Borea y Fernando Olivera, el entonces presidente Alejandro Toledo eligió como nuevo jefe de Torre Tagle al último mencionado, lo que originó todo remezón en el gabinete.
A menos de diez minutos de la toma de juramento de Toledo Manrique a Olivera, el premier Carlos Ferrero Costa renunció al cargo, expresando su disconformidad a la designación del líder del Frente Independiente Moralizador (FIM) como titular de una cartera tan importante como Relaciones Exteriores.
La renuncia de Ferrero Costa obligó a todos los ministros de Estado a dimitir. El 15 de agosto, Pedro Pablo Kuczynski juró como nuevo jefe del gabinete y se designó a Óscar Maúrtua como nuevo canciller de la República.
 
LA LEY DE LÍNEAS DE BASE
 
A pesar que en el artículo 98 de la Constitución de 1979 se dispuso que el dominio del área marítima se estableciera a partir a las medidas de las líneas de base que establece la ley, ello no había sido legislado, es decir, no existía ninguna ley al respecto.
Es más, el artículo 54 de la Carta Magna de 1993 repetía lo mismo que lo dicho en el de 1979. Sin embargo, tampoco había sido legislado, lo cual denotaba la urgencia de un proyecto que disponga ello.
Superado los inconvenientes en el Ministerio de Relaciones Exteriores, el 23 de octubre, Perú da un paso enorme en el proceso de preparación de la demanda del Perú ante la Corte Internacional de Justicia.
Aquel día, el canciller Maúrtua de Romaña sustentó ante la Comisión de Relaciones Exteriores el proyecto de la Ley de Líneas de Base. Rápidamente, la iniciativa del Poder Ejecutivo, fue aprobada por el grupo de trabajo parlamentario, a fin que llegue cuanto antes al Pleno del Congreso.
En el proyecto, el Perú fijaba las proyecciones de sus 200 millas marítimas, así como los límites de las mismas. Conformo a las indicaciones dadas por la Convención del Mar, y en base al derecho internacional, se utilizó una bisectriz para fijar la delimitación marítima con Chile, país que no vio con agrado la iniciativa del Ejecutivo.
Al conocer esta norma, Chile envió una nota de protesta que fue bien respondida por el ministro peruano, quien sostuvo que este proyecto constituye un acto soberano del Perú que no admite injerencia alguna por parte de terceros Estados.
En un hecho histórico, el 3 de noviembre del 2005, el Pleno de la República aprobó el proyecto de ley, con 98 votos a favor y ninguno en contra. Esa misma tarde, el presidente Toledo promulgó la ley, la cual se oficializó al día siguiente con la publicación en Normas Legales de El Peruano.
 
LA CRISIS DIPLOMÁTICA DEL 2005
 
Antes que la ley se oficialice, Palacio de La Moneda actuó. El canciller Ignacio Walker envió una nota de protesta al Gobierno Peruano indica que el proyecto y las determinaciones carecen de todo efecto jurídico para su país y la comunidad internacional.
Por si fuera poco, durante la IV Cumbre de las Américas, el presidente Ricardo Lagos ordenó cancelar, “por asuntos de política interna”, las reuniones con el Perú para firmar los Acuerdos de Complementación Económica, paso previo a la suscripción del Tratado de Libre Comercio (TLC). Días antes, suspendió la reunión de las Fuerzas Armadas de Chile con sus pares peruanos en Lima.
Lagos aprovechó su reunión con el mandatario de Estados Unidos, George W. Bush, para expresarle su disconformidad con las acciones legislativas peruanas, al argumentar que todo forma parte de una maniobra de Toledo Manrique para incrementar el respaldo de la población a su gestión.
En un gesto de unidad nacional, los entonces candidatos presidenciales respaldaron cualquier acción que vaya a tomar Maúrtua en respuesta a las acusaciones chilenas. El canciller calificó de inaceptables las protestas provenientes de Santiago.
Palacio de La Moneda continuó moviéndose a fin de lograr el respaldo de otros países de la región. El ministro de la Secretaría General del Gobierno, Osvaldo Puccio, acudió a Brasil, Argentina y Colombia, por orden de Lagos, para advertir de una presunta intención peruana de desconocer los limites con Chile.
A fin de dar una muestra de apoyo de otros estados, Lagos viajó a Quito para convencer al presidente de Ecuador, Alfredo Palacio, que existía la necesidad de ratificar los acuerdos pesqueros de 1952 y 1954 para impedir un eventual intento del Perú de modificar los límites marítimos con el país norteño.
Una semana antes, el canciller Walker permaneció en Ecuador hasta dos días, en los que tuvo encuentros formales con su homólogo ecuatoriano, Francisco Carrión, en donde trataron asuntos limítrofes marítimos. La intención estaba clara.
Es así que, el 2 de diciembre del 2004, los presidentes Palacio y Lagos ratificaron los acuerdos de 1952 y 1954, causando una molestia en el Gobierno peruano
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario