domingo, 8 de septiembre de 2013

En el Vraem : El curso de la guerra contra la última facción armada de Sendero Luminoso ha cambiado radicalmente.

Treinta y tres años después de que los maoístas radicales iniciaran la lucha armada, los sobrevivientes de la organización han ingresado en un franco proceso de extinción.
 
 

Fuerzas del orden se alistan para lanzar ofensiva final contra Sendero Luminoso

Los helicópteros Mi-171Sh son decisivos para las operaciones nocturnas en el Vraem, lo que incluye el sembrado de efectivos en zonas de combate sin que lo perciba el enemigo.
Los helicópteros Mi-171Sh son decisivos para las operaciones nocturnas en el Vraem, lo que incluye el sembrado de efectivos en zonas de combate sin que lo perciba el enemigo.

AL DÍA SIGUIENTE. Según las autoridades militares del Vraem, la muerte de “Alipio” y “Gabriel” supone para la organización terrorista la pérdida de su columna vertebral armada, de la que difícilmente podrá recuperarse debido a la carencia de elementos con la misma experiencia y nivel.
María Elena Hidalgo
Desde Pichari, Cusco.

El curso de la guerra contra la última facción armada de Sendero Luminoso ha cambiado radicalmente.
Treinta y tres años después de que los maoístas radicales iniciaran la lucha armada, los sobrevivientes de la organización han ingresado en un franco proceso de extinción.
Después de haber dado de baja a los dirigentes “Alipio” y “Gabriel”, el pasado diez de agosto, en la comunidad de Pampas (distrito de Llochegua, provincia de Huanta, Ayacucho), las fuerzas del orden se preparan intensamente para asestar el puntillazo definitivo a la agrupación extremista.
Nunca antes la cúpula liderada por el camarada “José”, Víctor Quispe Palomino, había sido sacudida por un devastador golpe de las fuerzas de seguridad.
“El año 2013 quedará grabado como un antes y un después en la lucha contra el terrorismo. Un antes con incertidumbre y bajas, y un después con la neutralización de los principales líderes: ‘Alipio’ y ‘Gabriel’”, explicó el jefe del Comando Especial del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Cevraem), general de brigada EP César Díaz Peche. El cuartel general del Cevraem está en Pichari, Cusco.
El primero de junio del 2012, el general Díaz asumió la jefatura del Cevraem, designado por el mandatario Ollanta Humala, quien relevó a los altos mandos luego del desastre de la “Operación Libertad”. Díaz es un oficial experimentado: destacó como líder de cuatro patrullas que participaron de la “Operación Chavín de Huántar”.
“Primero cayó ‘William’, y luego ‘Alipio’ y ‘Gabriel’. Ese era el objetivo: golpearlos en su fortaleza, en la columna vertebral de la organización militar”, señaló el general César Díaz.
Con la “Operación Camaleón” se produjo un quiebre en la lucha contraterrorista. Las fuerzas de seguridad pasaron de la defensiva a la ofensiva. El cambio se debió en gran medida a que se concentraron los esfuerzos de cada una de las instancias implicadas en la guerra contra Sendero Luminoso: la inteligencia se delegó a la Policía Nacional especializada (Dircote y Dirandro) y la ejecución de las operaciones a las unidades de élite de las Fuerzas Armadas.
El resultado es hasta ahora notable.
Ahora todos se preparan para la ofensiva final contra Sendero Luminoso del Vraem.
INTELIGENCIA Y DECISIÓN
“El éxito es haber unido esfuerzos. Nadie puede hacer una operación solo. La inteligencia es importante, pero si no se aplica en el aspecto operacional no se pueden hacer las cosas. Lo más importante es haber unido todas las fortalezas de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional. Esto ha quedado demostrado en los hechos. No estamos lejos del plazo fijado por el gobierno para acabar con ellos”, indicó el general César Díaz, en alusión a la indicación del presidente Humala, quien afirmó que los terroristas serán liquidados antes de la culminación de su mandato, en el 2016.
De acuerdo con fuentes del Cevraem, lo más difícil de la “Operación Camaleón” fue acercarse hasta el entorno de Orlando Borda Casafranca, camarada “Alipio”, el mando militar más importante de la organización terrorista.
“‘Alipio’ era una persona sumamente desconfiada. Contaba hasta con cinco anillos de seguridad a los que relevaba para evitar la delación. Era un hombre totalmente identificado con el partido. No le gustaba divertirse con mujeres ni tomar alcohol, lo que hacía más difícil acceder a él”, indicaron las fuentes militares.
El camarada “Gabriel”, Martín Quispe Palomino, por su parte, era una persona que se amparaba del trabajo militar que desplegaba “Alipio”.
El éxito alcanzado en el último año en la lucha contra el terrorismo en el Vraem se debe a una nueva estrategia estructurada por los responsables de la guerra en la zona, sumada a la capacidad logística actual.
“Lo que se ha recuperado es la iniciativa operacional. Ahora tenemos la ventaja táctica de volar en la noche, lo que antes no se hacía, y de contar con visores nocturnos para los patrullajes. Las capacidades son mucho mejores ahora y eso está dando frutos”, dijo el general César Díaz Peche.
El destino de “Alipio” y “Gabriel” cambió en noviembre del 2012.
“En ese mes en la zona de Llochegua pudimos recuperar a cuatro miembros del grupo de ‘Alipio’ que fueron muy importantes porque nos dieron información privilegiada para montar las operaciones. Fue poco después de que el camarada ‘William’, uno de los mandos militares principales de la zona, cayera en combate. Eso los resquebrajó. Después vino la ‘Operación Ocaso Rojo’ para atrapar al camarada ‘Gabriel’. Se escapó por un pelo, pero pudimos recuperar sus prendas íntimas, su guitarra y documentación importante que nos permitió montar las siguientes operaciones. Este año se recuperó la laptop personal de ‘Gabriel’ por información de colaboradores. La inteligencia humana en este caso ha sido decisiva”, precisaron las fuentes castrenses.
PREPARANDO EL CERCO
Otro aspecto determinante fue ganarse de a pocos a la población. En este terreno las fuerzas del orden aprovecharon los errores de los senderistas, que, desesperados por los golpes de estas, comenzaron a atacar los intereses de los habitantes del Vraem.
Para reclutar a los pobladores contra los terroristas, se aplicó la “Operación Inclusión”: capitalizar el rechazo de los comuneros a los senderistas que destruían las antenas de telefonía celular, atacaban a los constructores de carreteras y ejecutaban a personas a las que acusaban, sin fundamentos, de “soplones”.
Abatidos “William”, “Alipio” y “Gabriel”, ¿quiénes serán los sucesores?
“No se puede lanzar una respuesta tan pronto. En la parte militar, ‘Alipio’ era muy influyente, era el que hacía el principal análisis y decidía la manera en que se hacían las cosas. Luego le seguían ‘Gabriel’ y ‘William’ en el aspecto militar. Todos están muertos. Quienes los reemplacen probablemente sean personas que razonan como ellos, por ejemplo ‘Olga’ o ‘Raúl’ (Jorge Quispe Palomino)”, refirió el coronel EP Rubén Castañeda Layseca, encargado de la instrucción y entrenamiento de las tropas en el Vraem.
La emboscada de las fuerzas de seguridad a “Alipio” y “Gabriel” en Pampas ha motivado la deserción de terroristas de menor rango.
Hace un par de semanas, la camarada “Teresa” huyó junto a su pequeño hijo de la zona de la quebrada de Carhuamayo, en Huanta. “Teresa” buscó a las autoridades y les narró los maltratos a los que fue sometida por el camarada “José” desde los cinco años de edad, cuando fue secuestrada por los senderistas.
Poco después, la camarada “Rosa” también huyó de un campamento terrorista.
Para las autoridades, la deserción de las columnas significa la pérdida del control y desorganización interna entre la dirigencia de Sendero Luminoso, lo cual está llevando a la pérdida del miedo entre los que integran la organización terrorista.
Para los militares la parte más importante del trabajo ya está hecho, con la eliminación de “Alipio” y “Gabriel”.
“Ahora solo queda acabar con el camarada ‘José’, un líder de quien sabemos se encuentra muy enfermo, con la camarada ‘Olga’, que no cuenta con ninguna preparación militar, y con el camarada ‘Raúl’, que dedica la mayor parte del tiempo a tocar la guitarra y cantar huainos”, dijeron las fuentes militares: “El final está cerca”.

Cuando la noche es parte de la estrategia

Una gran diferencia en la lucha contra el terrorismo en el Vraem ha significado la capacidad de inserción y extracción de patrullas en operaciones nocturnas. La adquisición de visores nocturnos y captadores de calor humano ha permitido el sembrado de los efectivos en el monte sin exponerse a un ataque durante el descenso, para luego avanzar en la oscuridad sin ningún problema.
Los vuelos nocturnos también se han convertido en un aliado de las fuerzas combinadas, no solo porque permiten sembrar patrullas sin ser vistas sino que debido a la baja temperatura los helicópteros cuentan con una mayor capacidad de carga. Además, si el enemigo ataca de noche, el fogonazo producto del disparo permite identificar el lugar donde se encuentra.
La conformación del número de combatientes por patrulla también se ha modificado. Los patrullajes son las operaciones más importantes conducidos contra los terroristas, y su misión y planeamiento determina cuánta fuerza se necesita para afrontarla. Es así que si una patrulla tiene la misión de combatir estará compuesta por 16 hombres, mientras que, si la patrulla solo hará trabajos de reconocimiento y búsqueda de información, estará conformada por cuatro personas.

Claves

AMPLIACIÓN. El gobierno ha planificado construir 27 nuevas bases en el Vraem: 19 para el Ejército, 5 para la Marina y 3 para la Fuerza Aérea.
POSICIÓN. La Marina cuenta actualmente con seis bases de control fluvial en el Vraem, una en el río Apurímac, con sede en Pichari; dos en el río Ene, ubicadas en Boca Anapati y Kiteni; una en el río Perené, y las dos últimas en el Urubamba, en las zonas de Camisea e Ivochote.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario