sábado, 15 de noviembre de 2014

Homenaje del Semanario Expresion de Chiclayo al "Señor Soldado del Perú"

 


Mi Expresión
Por: Periodista Rosa Chambergo Montejo
¡VIVA EL SOLDADO, VIVA CHICLAYO!:
“Como buena peruana que soy
al soldado le canto yo
con el alma llena de emoción
y esperanza en el corazón”.

Coraje Cholo es el nombre de la marinera que escribió la reconocida cantautora trujillana Lucy de Mantilla para rendir homenaje al soldado peruano, aquel hombre que, como dice en su canción, “dejó sus padres, su casa y su amor para irse pronto a defender nuestro suelo que tanto nos dio”.

Evoco a Lucy de Mantilla en esta editorial porque así como ella yo también quiero rendir homenaje a nuestros soldados, a quienes siempre veremos con justificada admiración por la sacrificada y desprendida labor que está presto a cumplir para cautelar la seguridad de nuestra Patria.

Durante la Guerra del Pacífico fueron muchos los valientes soldados de nuestro Ejército que defendieron a Chiclayo de la violencia del invasor. De hecho, muchos se opusieron a que la tropa chilena hiciera su ingreso a la ciudad y allí está como testimonio la gesta del coronel Manuel Becerra Silva, quien en pleno Parque Principal, en 1882, dio lucha al ejército del sur.

En la campaña del 41 cientos también fueron los soldados chiclayanos que se congregaron en el Parque Principal, a los pies de aún inconclusa Catedral, para desfilar con honor antes de partir a la frontera con el Ecuador y defender allí la soberanía nacional.

Así como estos hechos existen muchos otros ejemplos en los que el soldado se ha visto estrechamente relacionado con nuestra amada ciudad. El gesto más reciente fue el sucedido esta semana, cuando nuevamente el digno soldado se puso al servicio de Chiclayo.

La crisis municipal nos ha llevado a vivir casi una semana de insalubre condición urbana debido al no recojo de la basura, acumulándose las más de 40 toneladas de desperdicios que se generan a diario en la capital departamental.

Desde el jueves 30 de octubre empezaron a formarse en calles y avenidas montículos de basura que graficaron de la peor manera la crítica situación que atraviesa Chiclayo. En el municipio, entonces con las cuentas congeladas por disposición del Ministerio de Economía y Finanzas – MEF, no solo no había dinero para pagar las dos quincenas atrasadas a los obreros, quienes optaron por paralizar sus labores 48 horas, tampoco había para proveer de petróleo a los 17 camiones recolectores para que recorran la ciudad.

En medio del caos muchas posibles soluciones se plantearon, entre ellas que el Gobierno Regional de Lambayeque asuma, de manera extraordinaria, la limpieza del casco urbano; que se declare en emergencia sanitaria a Chiclayo o que se presione al gobierno nacional para que descongele las cuentas del municipio.
Todas estas gestiones se iniciaron, pero en lo que se daban sus resultados llegó la decisión aplaudible del Ejército del Perú. El Comando autorizó al general Fernando Acosta Rodríguez, jefe de la Séptima Brigada de Infantería acantonada en Lambayeque, para que el personal de tropa salga a las calles y en un acto de identificación y solidaridad con Chiclayo inicie el recojo de los residuos.

En total fueron 250 soldados los que durante tres días salieron a limpiar las calles.Ellos han cumplido jornadas de nueve horas llegando a recolectar hasta 80 toneladas diarias en los diferentes puntos críticos. Además, el Ejército puso a disposición de la ciudad cuatro volquetes, dos cargadores frontales y cinco camiones militares para trasladar los residuos.

Esta labor, digna de ejemplo y reconocimiento, tal como lo ha señalado el general Fernando Acosta, debería ser imitada por las demás instituciones con presencia en Lambayeque, toda vez que se trata de la salud de la población y salud es seguridad.

Hace poco más de seis años, en el 2008, el entonces jefe del Grupo Aéreo N° 6, general Jorge Briceño Herrera, dispuso que los avioneros y personal de tropa de la Fuerza Aérea salga a las calles a limpiar la ciudad. La situación no era de emergencia, pero se avecinaba la realización del APEC y era necesario darle una mejor imagen a Chiclayo.

Semanas antes la entonces presidenta de la Junta de Fiscales de Lambayeque, Margarita Gil Bustamante, convocó a las mujeres líderes de la región a una jornada de limpieza. Fue histórico ver a fiscales, jueces, consejeras, regidoras, empresarias, académicas, profesionales de distintos rubros, salir con escoba en mano a barrer la ciudad.

Esfuerzos como estos son los que deben replicarse una y otra vez. Chiclayo merece, necesita y demanda de la unión de sus hijos para superar la crisis que hoy le afecta, por ello cabe nuestro profundo agradecimiento al soldado, al Comando del Ejército, al general Acosta Rodríguez y a cada uno de los que hicieron posible que esta acción extraordinaria diera sus resultados cuando la ciudad más lo necesitaba

 

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