domingo, 9 de abril de 2017

Municipalidad Provincial de Huaura rinde homenaje a héroes de la pacificación y condecora con la medalla de la ciudad al "Señor Soldado"

Pueblo Huachano condecora al Señor Soldado por su solidaria y noble labor a favor de nuestros hermanos damnificados por los embates de la naturaleza, durante la ceremonia de homenaje por el octavo aniversario de la inmolación heroica del Mayor EP Fernando Suárez Pichilingue, mártir de la democracia y héroe de la pacificación nacional.

Condecoran al Señor Soldado




 El Alcalde de la Ciudad de Huacho, Humberto Barba Mitrani condecoró con la medalla de la ciudad al "Señor Soldado" por el apoyo a la población que sufre con los embates de la naturaleza, ante el aplauso de los asistentes a la ceremonia que se realizó en homenaje a nuestros Héroes de la pacificación que se inmolaron por la patria un 9 de Abril del 2009


HUACHO EJEMPLO DE PAZ, SE PUSO DE PIE Y RINDIÓ HOMENAJE AL SEÑOR SOLDADO



Con ocasión de conmemorarse el octavo aniversario de la inmolación heroica del Mayor EP Fernando Suárez Pichilingue, el Ejército del Perú y la Municipalidad Provincial de Huaura rinden homenaje a este mártir de la democracia y héroe de la pacificación nacional así como al Señor Soldado a quien condecoraron con la medalla de la ciudad, en mérito a su entrega, esfuerzo y apoyo a los damnificados por los desastres naturales
En la ceremonia se distinguió la participación del General de División César Astudillo Salcedo, Inspector General del Ejército, en representación del Comandante General del Ejército; así como del Ing. Nelson Chui Mejía, Presidente del Gobierno Regional de Lima; Lic. Jorge Humberto Barba Mitrani, Alcalde de la Municipalidad Provincial de Huaura, jefes militares y policiales de la jurisdicción; además de la señora Carmen Pichilingue Velásquez, madre de nuestro héroe, entre otros familiares e invitados.






SEÑOR SOLDADO


Nos cuesta ser agradecidos. Los soldados van a las zonas críticas, trabajan en jornadas interminables, duermen unas cuantas horas antes de volver a la acción. Nunca se quejan, con las botas hundidas en el barro van cargando niños, máquinas, donaciones, esperanza.
Tienen fuerza para arengarse cuando el cansancio los golpea, la gente les demanda lo que no depende de ellos, nadie les reconoce el esfuerzo. Extrañan a sus familias y me piden que les envíe saludos, que grabe un mensaje para sus hijos y se les quiebra la voz por ellos, por esos hijos que no pueden ver porque les toca cuidar a los nuestros.
Escuchan comentarios racistas y clasistas sobre su condición, son mirados hacia abajo. Algunos no entienden nada, no se dan cuenta que esos muchachos escogieron defender a todos los demás en una vocación extraña para estos tiempos. Otros no se percatan de la temeraria, anónima y silenciosa labor que realizan.
Es tiempo de hacer algo por ellos. Mostrar respeto. Saludar con una sonrisa, acercarnos y decirles te agradezco por todo lo que haces por el país, por mí, por los que sufren y por los que quiero. Exigir –con esa indignación que nos sobra para nuestras broncas virtuales– que tengan un mejor trato de ese Estado que los olvida rápido, que castiga su sacrificio, que los deja morir.
Realmente me ha conmovido ver el despliegue del soldado peruano. Sí, a ese que le dices cachaco con un gesto burlón que marca una inexistente superioridad. Es hora de darle el lugar que se merece a ese héroe que se rifa la vida por la nuestra. Gracias, señor soldado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario