Pueblo Huachano condecora al Señor Soldado por su solidaria y noble
labor a favor de nuestros hermanos damnificados por los embates de la
naturaleza, durante la ceremonia de homenaje por el octavo aniversario
de la inmolación heroica del Mayor EP Fernando Suárez
Pichilingue, mártir de la democracia y héroe de la pacificación
nacional.
Condecoran al Señor Soldado
Condecoran al Señor Soldado
El
Alcalde de la Ciudad de Huacho, Humberto Barba Mitrani condecoró con la
medalla de la ciudad al "Señor Soldado" por el apoyo a la población que
sufre con los embates de la naturaleza, ante el aplauso de los
asistentes a la ceremonia que se realizó en homenaje a nuestros Héroes
de la pacificación que se inmolaron por la patria un 9 de Abril del 2009
Con ocasión de conmemorarse el
octavo aniversario de la inmolación heroica del Mayor EP Fernando Suárez
Pichilingue, el Ejército del Perú y la Municipalidad Provincial de
Huaura rinden homenaje a este mártir de la democracia y héroe de la
pacificación nacional así como al Señor Soldado a quien condecoraron con la medalla de la ciudad, en mérito a su entrega, esfuerzo y apoyo a los damnificados por los desastres naturales
En la ceremonia se distinguió la
participación del General de División César Astudillo Salcedo, Inspector
General del Ejército, en representación del Comandante General del
Ejército; así como del Ing. Nelson Chui Mejía, Presidente del Gobierno
Regional de Lima; Lic. Jorge Humberto Barba Mitrani, Alcalde de la
Municipalidad Provincial de Huaura, jefes militares y policiales de la
jurisdicción; además de la señora Carmen Pichilingue Velásquez, madre de
nuestro héroe, entre otros familiares e invitados.
Nos cuesta ser agradecidos. Los soldados van a las zonas
críticas, trabajan en jornadas interminables, duermen unas cuantas horas
antes de volver a la acción. Nunca se quejan, con las botas hundidas en
el barro van cargando niños, máquinas, donaciones, esperanza.
Tienen
fuerza para arengarse cuando el cansancio los golpea, la gente les
demanda lo que no depende de ellos, nadie les reconoce el esfuerzo.
Extrañan a sus familias y me piden que les envíe saludos, que grabe un
mensaje para sus hijos y se les quiebra la voz por ellos, por esos hijos
que no pueden ver porque les toca cuidar a los nuestros.
Escuchan
comentarios racistas y clasistas sobre su condición, son mirados hacia
abajo. Algunos no entienden nada, no se dan cuenta que esos muchachos
escogieron defender a todos los demás en una vocación extraña para estos
tiempos. Otros no se percatan de la temeraria, anónima y silenciosa
labor que realizan.
Es tiempo de hacer algo por ellos. Mostrar
respeto. Saludar con una sonrisa, acercarnos y decirles te agradezco por
todo lo que haces por el país, por mí, por los que sufren y por los que
quiero. Exigir –con esa indignación que nos sobra para nuestras broncas
virtuales– que tengan un mejor trato de ese Estado que los olvida
rápido, que castiga su sacrificio, que los deja morir.
Realmente
me ha conmovido ver el despliegue del soldado peruano. Sí, a ese que le
dices cachaco con un gesto burlón que marca una inexistente
superioridad. Es hora de darle el lugar que se merece a ese héroe que se
rifa la vida por la nuestra. Gracias, señor soldado.
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