Latinoamérica es un mercado de gran capacidad y excelente perspectiva para los productos de la industria militar rusa. Últimamente, Rusia está sufriendo ciertos problemas en sus mercados de armas tradicionales que cubría en los años noventa principios del dos mil. Se trata, en primer término, del mercado chino, porque el gigante asiático ya ha pasado a fabricar gran parte de sus armas por cuenta propia, aclara el analista del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, Serguéi Deniséntsev:
—A grandes rasgos, lo mismo ocurre también en la India. Aunque seguimos vendiéndole importantes cantidades de armas. Pero la competencia a que se enfrenta Rusia en el mercado de la India es enorme. Tanto más importante es en estas circunstancias el Sureste de Asia y Latinoamérica. Entre los países latinoamericanos, el principal cliente de Rusia fue Venezuela, porque su presidente Chávez preferió comprar armas rusas. El Perú también es un mercado muy prometedor. La ampliación de la cooperación técnico-militar con ese país tiene que ver con los planes de Rusia de ofrecerle el tanque T-90C.
La mayoría de los tanques en dotación de las FFAA peruanas son los T-55 de fabricación soviética. Es un parque obsoleto que debe ser renovado. Aparte del T-90C, el Perú está considerando las ofertas del tanque estadounidense Abrahams y el alemán Leopard. Pero el vehículo ruso aventaja a los competidores en cuanto a la relación calidad-precio, puntualiza el portavoz oficial de la empresa rusa Rosoboronexport, Viacheslav Davidenko:
—A estas alturas, el T-90 es el tanque más prometedor, según expertos de diversas partes del mundo. La comunidad profesional ya ha podido apreciar su gran potencia de fuego, fácil manejo y alto nivel de protección. Más de mil T-90 ya se han vendido y despachado a clientes en el exterior.
En el salón de Lima, Rusia también presenta su novedoso helicóptero militar de transporte Mi-171 Sh. En Latinoamérica hay un total de quinientos helicópteros de fabricación rusa y muchos aviones de transporte y de combate, agrega Serguéi Deniséntsev:
—La familia Mi-8, a la que pertenece también el Mi-171Sh, goza de mucha aceptación en el mercado de armas global, incluido el latinoamericano. Entre los grandes países de Latinoamérica hay pocos que no hayan comprado esa clase de helicópteros rusos. El Mi-171Sh es otro vástago de la gloriosa familia y es natural que el interés hacia él sea tan enorme.
La oferta rusa al Perú incluye la construcción de un centro de mantenimiento de helicópteros rusos en ese país. La compañía Rosoboronexport no se limita a la venta de equipos militares, sino que ofrece una cooperación más amplia a su socio peruano, señala Viacheslav Davidenko:
—El centro de mantenimiento es una buena opción ya que ese tipo de helicópteros y sus modificaciones operan en muchos países de Latinoamérica. Nos parece lógico organizar el mantenimiento técnico de estas máquinas sobre el terreno.
El centro permitirá utilizar tecnologías de empresas rusas fabricantes de helicópteros y generar nuevos puestos de trabajo en el Perú. La jefatura de Rosoboronexport está segura de que la participación en SITDEF-2013 y las negociaciones y contactos sostenidos durante este salón internacional, permitirán alcanzar un nuevo nivel de cooperación técnico-militar entre la compañía y sus socios en Latinoamérica.
nv/as/er